viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Cómo hacer que mi mensaje llegue adonde tiene que llegar?

Por: Roberto Trad


En un día normal, las personas estamos expuestas a cientos −si no a miles− de unidades de información que están tratando de salvarse de la indiferencia y del olvido. Los candidatos y partidos políticos compiten a diario contra esos mensajes. ¿Cómo podemos lograr que los electores se queden con nuestra información y la utilicen correctamente (es decir, para votar por nuestros candidatos) el día de la elección? 

Un buen mensaje debe cumplir con tres características: debe ser replicable, memorable, y creíble. Para que un mensaje estratégico aspire a mantenerse en la mente y el corazón de los electores, debe ser:

-       Congruente: debe hablar de lo que sí es y sí propone nuestro candidato; y garantizar la correspondencia entre la forma y el fondo, de lo contrario estamos perdiendo fuerza y credibilidad.

-       Contundente: debe tener el rigor y la solidez para ser incuestionable. El mensaje debe ir directo al grano. Contundencia también significa claridad, y abona a los tres elementos esenciales del mensaje estratégico.

-       Consistente: el contenido del mensaje debe ser siempre el mismo. Las formas deben saberse adaptar al lenguaje de cada uno de los canales que se vayan a utilizar durante la campaña (impresos, audiovisuales, entrevistas, discursos, etcétera).

-       Simple y sencillo: la forma debe acercar al contenido a sus públicos por medio del lenguaje; en otras palabras, el mensaje debe estar codificado en un lenguaje de fácil acceso a los ciudadanos para que ellos lo puedan replicar.

-       Relevante: el contenido debe ser importante para los electores, debe decirles algo que realmente agregue valor a sus demandas; de lo contrario, será olvidado con facilidad.

-       Diferente: el mensaje es el primer elemento que nos va a permitir contrastar con nuestros adversarios. La diferencia que existe entre ellos y nosotros es el argumento estratégico, que utilizamos para informar al elector sobre las ventajas de nuestro candidato, y sobre aquellas de su adversario.

-       Emocionante: la estética en el mensaje es de suma importancia. Las emociones son la puerta de entrada para las razones.